El actual equipo de gobierno formado por PP, GUIF y PREF auditará las cuentas municipales del período 1999-2003 en los que la COP estuvo al frente de la alcaldía. Esa fue la única cosa que quedó clara en un pleno extraordinario en el que ambas partes mantuvieran sus posturas sobre el presunto déficit dejado por la COP para el actual equipo de gobierno y la herencia de más de 5 millones de euros en obras por adjudicar como afirma la COP dejó como legado. Fue tras la única intervención de Cándido Valladolid, perfectamente ensayada, en la que dijo «no entiendo nada de lo que se está diciendo con tanto número, mañana saldremos en prensa y la gente no sabrá si hay o no hay dinero, lo mejor sería hacer una auditoría». La primera intervención del día fue del actual alcalde, Juanma Costa, que anunció que «el debate sólo se realizará sobre los presupuestos municipales y no se podrán tratar las cuentas del Consorci Formentera Desenvolupament». A lo que Felip Portas, ex concejal de economía respondió, al iniciar su parlamento que «el único déficit que existe en el Consistorio es el democrático y ésta es una maniobra para esconder a la población los numerosos proyectos del CFD que están redactados, presupuestados y que no se han adjudicado» para que más adelante según Portas, los actuales gobernantes puedan colgarse las medallas ante la población. Las principales disgresiones se centraron en las acepciones de la palabra déficit según un u otro diccionario y la COP mantuvo que en los cuatro ejercicios económicos en que gobernó no ha existido déficit municipal y que dichos ejercicios se han cerrado tanto con superávits como con remanentes de tesorería. El alcalde afirmó que «un superávit es tan pernicioso como un déficit pues indica que los presupuestos son irreales».