Aunque todavía no hay nada decidido, en caso de que finalmente se construyera la estación en la nueva parada, la administración municipal, apuntó Riera, no descarta «recuperar el proyecto de aparcamiento subterráneo» que se realizó para esta zona con la finalidad de dar cabida a los vehículos que estacionan actualmente en este mismo terreno. Para llevar a cabo todas estas actuaciones el Consistorio confía en contar con la ayuda económica de otras instituciones. De hecho, según aseguró el primer teniente de alcalde, el Govern balear le ha confirmado al Ayuntamiento que contemplará una partida dentro del plan director sectorial de transportes que está en fase de elaboración para hacer realidad la estación de autobuses.

Precisamente hoy comienza a funcionar ya la nueva parada de autobuses, que antes estaba ubicada en la avenida Ricard Curtoys Gotarredona. Riera destacó el gran avance que ha supuesto este cambio, que permite evitar las dificultades de tráfico que antes tenían los autocares al verse obligados a atravesar la calle Sant Jaume.

El edil afirmó que la nueva parada duplica su espacio y puede dar cabida aproximadamente a unos diez autobuses. «Esta parada tiene capacidad además para los autocares discrecionales», resaltó. En la nueva ubicación se han colocado, además de toda la señalización horizontal pertinente, tres marquesinas dobles y está previsto añadirles toldos para que los usuarios se resguarden de los rayos el sol. El Consistorio baraja también la posibilidad de colocar en la zona más bancos.