A pesar de la lluvia, los desfiles procesionales fueron seguidos por numerosos fieles.

Las manifestaciones religiosas que conmemoraron ayer la Pasión y Muerte de Cristo en las Pitiüses, aunque pasadas por agua y frío, reunieron a cientos de personas sobre todo en Eivissa y Santa Eulària, localidades en las que se celebraron las procesiones más concurridas y espectaculares. Fueron los fieles de Eivissa los más madrugadores. Acudieron poco antes de las 9,00 de la mañana a la iglesia de Santa Cruz para participar en el tradicionaVia Crucis que sirvió para trasladar la imagen del Santo Cristo de la Agonía y el paso de La Piedad de Sant Elm hasta la catedral, lugar desde el que partirían en la procesión nocturna junto a las imágenes de La Dolorosa, y el Santo Cristo Yacente que se encontrarían a la altura de Santo Domingo con el Santo Cristo del Cementerio y eEcce Homo.

El obispo de la Diócesis de Eivissa y Formentera, Agustín Cortés, fue el encargado de presentar eVía Crucis y la lectura de las 14 Estaciones de La Pasión según el Evangelio de San Lucas.
Este acto reunió por primera vez en Santa Cruz a representantes de las cinco cofradías de Eivissa que, con sus estandartes, abrieron el paso de esta procesión novelada en la que en un principio estaba prevista la inclusión deEcce Homo, de la cofradía del Santo Cristo del Cementerio, pero que debido a la lluvia se quedó sin salir. El Cristo de la Agonía, cuidadosamente tapado con un plástico, salió de su templo sostenido por distintos cofrades que en turnos de a cuatro se encargaron de trasladar en brazos al crucificado por las calles de Eivissa. Tras paradas en Vara de Rey y en la calle de la Cruz el Cristo Agonizante se reencontró con la imagen de La Piedad en la iglesia de Sant Elm donde varios cofrades portaban a hombros la imagen.