Sólo ocho empresas en el mundo presentan la capacidad técnica para instalar el gasoducto submarino de Balears, según la memoria del proyecto, elaborada por Enagás. Se trata de Saipem (Italia), Allseas (Suiza), McDermott (EE UU), E.M.C (participación diversa), Heerema (Holanda), Saibos (participación diversa) Stolt Offshore (Reino Unido) y Coflexip-Stena (Francia). Saipem participa en un 50% de E.M.C. y Saibos.

Para el gasoducto balear se prevé una longitud desde la costa de Valencia hasta Mallorca de 270 kilómetros, 124 para Oliva-Sant Antoni (Eivissa) y 146 para Sant Antoni-Mallorca. El diámetro será de 40 centímetros.

Un caso con similitudes con el proyecto de Balears es el primer gasoducto submarino entre Túnez y Sicilia (ahora hay cinco), de 156 kilómetros y una profundidad máxima de 605 metros. Funciona desde 1979 sin ningún problema.

Enagás plantea un trazado alternativo (norte) desde la costa valenciana hasta Sant Antoni en línea recta. Tendría 120 kilómetros de longitud, pero el gasoducto alcanzaría una profundidad máxima de mil metros. El trazado diseñado inicialmente (más al sur que el anterior para evitar la fosa existente entre Valencia y Eivissa) sería sólo cuatro kilómetros más largo, pero la profundidad máxima se quedaría en 820 metros. De momento, se selecciona este último trazado. A lo largo de su recorrido se prohibirán el fondeo y la pesca de arrastre.

Este proyecto ha levantado ya una fuerte oposición ciudadana en Mallorca, al menos en lo que se refiere al trazado. De hecho, la plataforma contra la entrada del gasoducto por Sant Joan de Déu ha anunciado que continuará con las protestas.