La Policía acude al piso de acogida si tras la llamada al servicio de teleasistencia se detecta un movimiento sospechoso.

«Los agresores saben que en los hogares de acogida hay auxiliares que llaman a la Policía o al servicio de teleasistencia para avisar de su presencia y que automáticamente les van a detener», explicó la responsable de la Oficina de la Dona, Sara Santacruz. «Hemos notado que ha bajado el número de agresores que buscan a las mujeres en casas de acogida, ya que es un freno a los agresores al dar más órdenes de protección que contienen las ordenes de alejamiento», añadió.

Según la información de la que dispone la Oficina de la Dona, en las Pitiüses se han solicitado 24 órdenes de protección, de las que han concedido 21 y se han denegado tres. La Ley de Protección a las Víctimas entró en funcionamiento a partir de agosto. Los juzgados remiten las órdenes de protección a la Oficina de la Dona para saber si las víctimas han recurrido a este recurso.

Cuando la mujer ingresa en una de las casas de acogida se le da unas pautas para su seguridad entre las que se les enseña cómo funciona la teleasistencia: un servicio de protección de las mujeres que tiene contratado el Consell con la empresa Mapfre y que lleva en funcionamiento en Eivissa desde hace tres años.