El fiscal ha solicitado al juez un informe pericial del médico forense para determinar si el líquido tóxico vertido por la central de Gesa en el torrente de cas Capità el pasado mes de septiembre pudo suponer un grave riesgo para la salud pública. A la espera del resultado de esta nueva prueba, el juez cuenta por el momento con un informe realizado por la Conselleria de Medi Ambient que constata que el vertido no afectó a las agua subterráneas.

Fue la Policía Local de Eivissa quien denunció los hechos ante el Juzgado tres días después de que se hubiera producido el vertido al entender que se podía haber cometido un delito ecológico (art. 325 del Código Penal). El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 abrió diligencias a instancias del fiscal para determinar si se cometió o no un delito penal.

El vertido se produjo el pasado 26 de septiembre. La Policía Local de Eivissa constató que más de mil litros de un líquido refrigerante para los motores de la central eléctrica corrió por el cauce del torrente de Cas Capità en un tramo de 150 metros hasta que frenó en una zona de hormigón. El líquido vertido, de tonalidad roja, figura en los catálogos como un producto tóxico.