«Será parecido a la religión católica. Será una oferta del centro y luego los padres , libremente, se acogen o no a la religión católica». Con este símil, la directora de Es Vedrà, Eva Quirós, aclaró ayer cómo será el plan piloto de impartir catalán y castellano en el centro de Sant Agustí, que ha suscitado una gran controversia en estos últimos días.

Es Vedrà es uno de los dos centros educativos, junto al de Can Coix, que ha aceptado adherirse a este plan piloto. «Todavía está pendiente la publicación en el BOIB la orden y no hay nada seguro», señaló. Además, recordó que la orden regula que «el centro tiene autonomía pedagógica para poder realizar los agrupamientos de este plan» y que serán las familias quienes podrán aceptar libremente si a sus hijos se les oferta la lengua castellana.

La directora del colegio recalcó ayer que el centro tiene un proyecto de inmersión lingüística de catalán en la etapa de infantil. A la espera de que la orden se publique y se cuente con un profesor para impartir estas clases en castellano, Quirós señaló, además, que «no coincidirán dos profesores en una misma aula, se hará otro tipo de agrupamiento que regula el centro», ya que añadió que se trata de una medida «antipedagógica». Los padres decidirán por escrito si sus hijos recibirán castellano.