El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) denunciará ante la Unesco, rama de la educación y la ciencia de la ONU, la urbanización de ses Feixes d'es Pratet prevista tanto por el Plan Territorial Insular (PTI) del Consell y el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del municipio de Eivissa. La Unesco es el organismo que en diciembre de 1999 aceptó el ingreso de Eivissa en el grupo de ciudades Patrimonio de la Humanidad. El presidente del GEN, Joan Carles Palerm, recordó ayer que el Consistorio en 1998, gobernado entonces por Enrique Fajarnés (PP), incluyó ses Feixes en su segundo intento (el que fue aprobado) para entrar en el selecto grupo de las ciudades Patrimonio, especificando en el proyecto que tanto el humedal como Dalt Vila quedarían al margen de «todo desarrollo especulativo».

La candidatura de Eivissa incorporó ses Feixes bajo la categoría de «Entorno protegido». Palerm también recordó ayer al Consistorio el compromiso adquirido entonces de garantizar su conservación. «El Ayuntamiento reconocía en su candidatura que ses Feixes supone un lujo para la ciudad», indicó Palerm. La Unesco tumbó en 1986 la primera propuesta, argumentando su decisión en la falta de justificación de los valores culturales y de biodiversidad del proyecto. Fue cuando el Consistorio resolvió incluir en su segundo intento ses Feixes , destacando que durante «más mil años fueron el huerto de la ciudad» y que se trata de «un caso único» de aprovechamiento e irrigación por capilaridad, en alusión al peculiar sistema de riego ideado durante la colonización musulmana de la isla.

El GEN exige ahora al Ayuntamiento que sea «coherente» con lo que presentó en su día ante la Unesco para lograra la declaración de Ciudad Patrimonio. «No podemos esperar a que todo ello acabe en la basura», dijo Palerm. El PTI califica como urbano el perímetro de ses Feixes, y el Consistorio prevé su urbanización en el nuevo PGOU, que se aprobará en las próximas semanas. El humedal fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el anterior gobierno del Pacte. Precisamente, el GEN ha presentado una alegación al PTI en la que reclama que se tenga en cuenta su grado de protección.