Desapacible día en Menorca para abrir las celebraciones institucionales en torno al Día de les Illes Balears, una comunidad a medio construir y que representó ayer en el Teatre Principal de Maó uno de sus rituales anuales: la entrega de los máximos galardones, entre los que figuraban dos para dos pitiusos: la musicóloga y profesora Lina Bufí y el ingeniero José Torres.

Algo más de 800 personas se dieron cita en el teatro que, presisiblemente, debieron observar los representantes del Consell de las Pitiüses, Pere Palau y Pep Mayans, que se desplazaron a la Isla en representación de la institución insular. Anda el Consell pensando en el Pereira y no estaba de más un buen vistazo al edificio.

Dos piezas musicales, la primera de percusión, la segunda de violines, viola y violoncello, fueron el apertitivo de entrega de las medallas y de los Ramón Llull. El president Matas cerró el acto con un discurso que utilizó para enmarcar sus ideas sobre la reforma del Estatut, que la Cámara balear está abordando en estos momentos.

La totalidad del Ejecutivo se había desplazado ayer a la Isla. Todo el Govern, incluido José Juan Cardona, estaba ayer en Maó participando en una celebración que la calle recibió con frialdad.

«Es que aquí esto de Balears no tiene mucho sentido, Menorca es Menorca y Mallorca es Mallorca», explicaba un ciudadano anónimo que no tenía nada que ver con los premiados, ni con sus familiares ni con las instituciones. «Además -añadía- Mallorca es de derechas y Menorca de izquierdas».