El Ayuntamiento de Eivissa confirmó ayer que ha aceptado las peticiones realizadas por la asociación de vecinos de Dalt Vila respecto a la remodelación de las calles Joan Roman y Pere Tur y que tiene la intención de incorporarlas al proyecto, previa reunión con los residentes del barrio.

Las modificaciones propuestas por la asociación se recogieron en una misiva enviada el 9 de marzo al Ayuntamiento en la que, entre otras cosas, solicitaban que el pavimento de color claro que estaba previsto instalar en las vía, «más sensible a las huellas y a las manchas del tráfico rodado», se sustituya por baldosas de color gris, como en el resto de Dalt Vila.

Los vecinos también pidieron que no se coloquen los bancos de hormigón en forma de cubo que se contemplan en el proyecto a lo largo de todo el recorrido, ya que según aseguran, «no son necesarios», sobre todo teniendo en cuenta que contribuirían a estrechar más las calles. En su lugar, la agrupación vecinal pide que se reparen los muros existentes entre Pere Tur y la cuesta de Padilla y entre Joan Roman y la calle Conquista «que desde tiempos inmemoriales se vienen utilizando como bancos».

Todas estas propuestas finalmente han sido aceptadas por el Consistorio, al considerar los técnicos que son modificaciones puntuales que no afectan mucho al proyecto en sí.

Hace unas semanas, el Ayuntamiento, también a petición de los vecinos, decidió posponer estas obras hasta el 1 de septiembre y llevar a cabo la remodelación de las dos calles al mismo tiempo, con el fin de acabar los trabajos lo antes posibles y no afectar a la temporada turística.