Dos clientes de Baleària resultaron tan indignados por un tormentoso trayecto en el «Bahía de Málaga» que decidieron recoger firmas entre los usuarios de esta compañía y, en sólo cinco días, han conseguido 387. Dejaron los papeles para las firmas en el hospital, varios institutos y algunas peluquerías. Presentarán sus quejas a la naviera y a la Unión de Consumidores Españoles (UCE). Denunciarán «graves ataques a la integridad personal y una falta considerable de las mínimas atenciones». «Que los pasajeros seamos tratados como personas y no como ganado de camino al matadero», piden. La ya famosa noche del temporal, del 1 al 2 de marzo, el «Isla de Botafoc» no pudo cubrir el trayecto previsto y en su lugar zarpó el «Bahía de Málaga». Baleària asegura que se ofreció a los pasajeros la posibilidad de devolver el dinero o de viajar otro día. Las quejas de los pasajeros son muchas y variadas y, ayer, respondió a ellas Joan Cerdá, portavoz de la compañía. Una sola azafata para atender a los 400 pasajeros. Al respecto, Cerdà dice que la tripulación de este barco es de 17 personas. Falta de higiene, vómitos por el suelo y olor nauseabundo. Las bolsas para vomitar estaban lejos y, con el vaivén, los pasajeros se caían al ir a por ellas o vomitaban por el camino. Baleària asegura que el barco zarpó impecable. El WC de mujeres, cerrado. Cerdà asegura que en el barco hay otros WC para las damas. Maletas por tierra taponando la entrada al salón. Baleària informa de que en la sala hay varias salidas más. Los pasajeros tuvieron que desembarcar por la bodega y respiraron los gases de los vehículos por 20 minutos. Baleària apunta que se trata de una operación legal. El barco arribó a Sant Antoni en lugar de Eivissa y sólo se dedicaron dos autobuses para trasladar a los 400 pasajeros, por lo que tuvieron que hacer varios viajes.