G. ROMANÍ/ S. ARNOTT
La plaza de Sant Ferran, donde está la iglesia y la Fonda Pepe, padece desde hace tiempo una absoluta falta de iluminación nocturna que ha provocado quejas tanto de vecinos como de las personas que cada noche acuden a ella, ritual obligado para los turistas y para los formenterenses que no conciben una noche sin visitar esta plaza.

La oscuridad de gran parte de la plaza, que da a levante, ha motivado varias manifestaciones espontáneas con velas pidiendo luz, pero la cuestión aún no se ha solucionado.

El concejal de Obras y Urbanismo del Consistorio de Formentera, Bartolo Ferrer, explicó ayer que las deficiencias en iluminación de la plaza son transitorias y responsabilizó a Saribesa, empresa que está efectuando las obras de mejora de acceso a la misma desde la carretera que lleva a Cala en Baster, como la culpable de que unas obras que tenían el 30 de mayo como plazo de finalización, justo para las fiestas patronales, aún sigan en marcha. Se trata de un PIOS de 2004 cuyo importe asciende a 89.000 y que está realizando la misma empresa que hizo las mejoras de la calle ahora peatonal de Sant Ferran y de la calle Xaloc en es Pujols entre otros encargos.

Todo parece indicar según Ferrer que «el problema es doble, en primer lugar porque hay que finalizar las obras de pavimentación y mientras ello no se haga no pueden instalarse las farolas que faltan, ni conectar el alumbrado de una parte de la plaza». Asimismo según el responsable de Obras «el transporte de las baldosas que hay que colocar, que están en Dènia, aún no se ha realizado pero en principio -y Ferrer se mostró cauto al respecto-, han de llegar a Eivissa en un par de días con lo que presumiblemente la próxima semana los trabajos finalizarían y el alumbrado sería el adecuado».