Los impuestos sobre el tabaco que el Gobierno central tiene previsto recaudar a lo largo del próximo año superaran en casi mil millones el presupuesto total de Balears para 2006.

Se trata de una serie de impuestos indirectos que constituyen el grueso de los ingresos del Govern balear. Para hacerse una idea de los que suponen los ingresos por el tabaco, hay que tener en cuenta otro dato: la previsión para el canon de saneamiento de agua es de 41.000.000.

El Gobierno central ha previsto unos ingresos de 3.824 millones de euros por los impuestos que gravan las labores de tabaco, según recogen los Presupuestos Generales del Estado. El Ejecutivo balear, por su parte, contempla ingresar por este mismo concepto 127 millones de euros.

El presupuesto total de la Comunitat Autònoma para 2006, que a partir de hoy será expuesto por los diferentes consellers y conselleras del Ejecutivo ante la Comisión de Hacienda y Presupuestos del Parlament, es de 2.713 millones.

El Ejecutivo balear tiene un porcentaje de participación en los impuestos especiales sobre consumos específicos, entre ellos el del tabaco (lo que le va a reportar 127.707.860), la cerveza (3.381.430), el alcohol y las bebidas derivadas (14.740.860 euros) y los hidrocarburos (12.670.000 euros).

También los consells insulars, como consecuencia de la supresión del IAE, dispondrán de un porcentaje sobre los impuestos especiales sobre consumos específicos.

De los impuestos indirectos, el IVA sigue siendo la principal fuentes de ingresos para el Govern. Para el próximo ejercicio, la gran novedad respecto a los Presupuestos del Estado de este año es que parte de los ingresos del tabaco y de las bebidas se van a destinar a financiar la sanidad. El Gobierno central propuso hace unos meses a las comunidades autónomas un sistema mediante el que se financiara a las comunidades con cargo a estos impuestos. Balears, al igual que Canarias, recibirá 50 millones adicionales en base a la insularidad.

El Ejecutivo balear, de haber querido, también tenía la oportunidad de aprovechar una parte (o toda ella) de los más de veinte mil millones de pesetas para dedicarla a sanidad. Igualmente podría haber establecido un recargo sobre los hidrocarburos y poner en marcha lo que se llama el «céntimo sanitario». No lo ha hecho. La gran novedad presupuestaria, si finalmente queda incorporada al proyecto (lo que no está claro) es la «autotasa», para financiar la sanidad.