S. CARBONELL/M. JUNCOSA
La aprobación de la «ley antitabaco» nacional supondrá, una vez empiece a aplicarse a partir del 1 de enero de 2006, la derogación de los siete capítulos que hacen referencia al tabaco de la Ley sobre Drogodependencias y otras Adicciones de Balears que entró en vigor el pasado 10 de julio, y por lo tanto, la aplicación de una nueva normativa que, en líneas generales, es más restrictiva que la balear.

Así lo reconoció el coordinador autonómico de drogodependencias de la Conselleria de Salut i Consum, el doctor Bartomeu Jaume, quien matizó que «para hacer una valoración completa de la nueva ley primero tendríamos que estudiar el texto definitivo», si bien matizó que «por los datos que conocemos de la nueva normativa ésta es más restrictiva que la autonómica en muchos aspectos», especifica.

Al coordinador autonómico de Drogodependencias le preocupa especialmente como se aplicará la nueva normativa en bares, restaurantes y en la hostelería balear, «y no es sólo una preocupación nuestra, de hecho ya son muchas las llamadas que hemos recibido sobre esta cuestión en el teléfono del Centro de Respuesta Inmediata en Drogodependencias y Adicciones (CRIDA) que el Govern puso en marcha antes de que entrada en vigor la ley balear».

Conflicto
Por otra parte al Govern balear le preocupa, según afirma el doctor Jaume, la falta de información que ha dado el Ejecutivo central sobre la nueva normativa. En este sentido el coordinador autonómico recuerda que, antes de la entrada en vigor de la ley autonómica ya se había hecho una campaña informativa y convenios con CAEB y PIMEB.

Además en los primeros días de aplicación de la nueva normativa se repartieron 14.500 cartas informativas a establecimientos de restauración; cartas a todos los centros educativos y sanitarios y charlas informativas.

En cuanto a las diferencias básicas de ambas leyes, el doctor Jaume sostiene que la nacional es mucho más restrictiva por lo que hace referencia a la prohibición total de fumar en los puestos de trabajo, «los trabajadores tendrán que salir a la calle para fumar», específica y en el sector de hostelería y restauración ya que «se puede crear confusión sobre la habilitación de zonas para fumadores y no fumadores», concreta.