El secretario general del PSIB-PSOE, Francesc Antich, remitió ayer una carta al presidente del Govern, Jaume Matas, solicitando la paralización de los proyectos de las carreteras de Sant Antoni y del aeropuerto de Eivissa, al asegurar que el clima de «enfrentamiento social» generado por estas infraestructuras está causando una «preocupante ruptura» que puede tener «efectos negativos» en la convivencia ciudadana de la isla de Eivissa, «que no siempre son fáciles de superar».

En el documento, el líder socialista afirmó que la manifestación del pasado 17 de febrero, a la que asistió Antich, que congregó a 22.000 personas, supone una prueba «concluyente» del clima de «falta de consenso» existente entre «una parte importante» de la sociedad ibicenca, diagnóstico político que consideró confirmado por posteriores actuaciones de protesta. Además, Antich aventuró que esta situación no será superada mediante la intervención de las fuerzas de seguridad y recordó que, por otra parte, «los cuerpos del orden tienen que actuar por imperativo de ley después de la petición de auxilio del Govern en el proceso de expropiación» de terrenos afectados por estas infraestructuras.

A pesar de reconocer la «legitimidad democrática de la política de carreteras del Govern, el socialista demandó a Matas, «apelando al alto valor de la convivencia ciudadana en nuestro país», que abra un proceso de diálogo «que pueda ofrecer una oportunidad al entendimiento, aunque sea básico y elemental», entre el Ejecutivo balear y «esta gran parte de los ciudadanos» que manifiestan, «de forma emotiva y también con legitimidad democrática, su desaprobación a los proyectos de autopista que se construyen en Eivissa».

Finalmente, el secretario general del PSIB-PSOE se puso a disposición del presidente del Govern para colaborar «en la medida y circunstancias que considere oportuno» para alcanzar soluciones a la actual situación de «conflicto social y político que estoy seguro que nos preocupa a los dos».