El corte de suministro eléctrico en una buena parte del núcleo turístico de es Pujols fue valorado de forma muy distintas por los afectados. Unos se resignaban y comprendían que era una medida de prudencia, mientras otros remarcaban que se podía y debía haber hecho mucho antes, en temporada invernal y no en pleno verano.

Lo cierto es que el corte del suministro realizado por Gesa e iniciado a las ocho de la mañana, tenía por objeto cambiar las conexiones existentes hasta un viejo y obsoleto transformador situado en el extremo este de la calle Xaloc a uno nuevo situado a escasa distancia que estaba a la espera de su conexión desde hace varios años.

El corte afectó a una parte importante de la Avenida del Mediterráneo y el Paseo Marítimo y los establecimientos hicieron lo que pudieron para paliar el problema. Algún restaurante o tiendas de alimentos perecederos tuvieron que colocar generadores portátiles para poder trabajar con normalidad, mientras que las tiendas de souvenirs o de ropa se conformaban con la luz exterior que era suficiente para que las tiendas no parecieran cerradas. Otro cantar fue el asunto de las cajas registradoras, los sistemas de cobro mediante ordenador o la imposibilidad de que los clientes utilizaran tarjetas de crédito; a ello se sumó el hecho de que tres de los cinco cajeros automáticos que hay en es Pujols estaban en la zona afectada por el corte de fluido eléctrico y por momentos hubo cierto caos y extrañeza ante la situación.