El Govern balear revisará sus leyes e incorporará nuevos criterios gramaticales en las de nueva elaboración. Es una propuesta del Institut Balear de la Dona (IBD), dependiente de la Conselleria de Presidència, que dirige Rosa Puig, para «evitar el uso del lenguaje sexista».

No es una cuestión baladí, según la directora del IBD, Isabel Llinás, ya que «el lenguaje es, en sí mismo, un instrumento de cambio social ya que a través del uso del lenguaje es posible visualizar o reconocer aquello que las personas, sean hombres o mujeres, han aportado a la sociedad».

«La Administración tiene que ser la primera en dar ejemplo», asegura Llinás que, además, explica que ya se han enviado a la imprenta, para su difusión a partir de septiembre, una serie de «guías», de entre 60 y 80 páginas, para que los diferentes sectores se habitúen a los nuevos usos del lenguaje. El presupuesto es de 50.000 euros.

Unos diez mil ejemplares de estas «guías» se distribuirán en los centros educativos. Complementarán a otro material didáctico que ya se emplea en algunos colegios de las Islas y que pretenden fomentar, desde el inicio de la etapa escolar, una «educación para la igualdad».

El material es bilingüe. La financiación corre por cuenta de un programa de la Unión Europea, eEqua. También participan otras consellerias como Treball o Educació.

«No queremos imponer nada, es algo que se irá aplicando poco a poco pero la Administración tiene que dar ejemplo y por ese motivo tenemos que revisar nuestros textos, incluidos nuestras comunicaciones externas y los textos que se publican en el Boletín Oficial», han señalado a este diario desde la Conselleria de Puig.