El juez sustituto del Juzgado número 3, Pablo Fito, ha levantado la paralización de las obras de la planta de fabricación de placas de hormigón que habían denunciado los vecinos de Can Raspalls, en Sant Jordi. En su argumentación el juez tiene en cuenta un informe del Seprona, en el que se asegura que no existe riesgo para el medio ambiente y otro del Govern balear, en el que se concluye que no hay peligro para la salud de las personas. El magistrado añade que por razones de «urgencia y seguridad», es necesario que continúen las obras de montaje de esta planta, ya que allí se deben fabricar muros de hormigón destinados a la contención de tierras. De esta forma, se justifica el levantamiento de la paralización «para evitar desprendimientos y deslizamientos de tierras que puedan suponer daños a las personas y a los bienes», según dice textualmente el auto. En el mismo también se hacen constar las apreciaciones del jefe de departamento de Carreteras del Govern, José Morell, que considera urgente la instalación de la planta para evitar deslizamientos del terreno ya excavado.

El juez alude también al cambio de planes del Govern, que en principio quería instalar una planta de grava, cemento y tratamiento de áridos y que finalmente ha optado por un entramado destinado a la fabricación de muros prefabricados.

Según indica el informe del Govern, este tipo de instalaciones no necesitan ni siquiera informe de impacto ambiental. La Fiscalía ya anunció que seguirá investigando el montaje de la planta por si pudiera haber algún hecho constitutivo de delito.