Eivissa cuenta con una campaña bovina de 450 ejemplares, que se reparten en pequeñas explotaciones cárnicas y lecheras. De ellas, casi 300 son terneras de engorde que ahora se beneficiarán de unas ayudas que ha instaurado el Consell por primera vez a causa de la sequía, porque pese a que las lluvias este año han sido abundantes, desde la máxima institución pitiusa remarcan que en la época de siembra ha habido pocas precipitaciones, lo que ha mermado el alimento para estos animales. Según cálculos de la Conselleria de Agricultura, Ramaderia i Pesca, gran parte de las explotaciones se acogerán a las subvenciones, que pueden alcanzar un máximo de 250 euros por cabeza de ganado.

Esta ayuda está dirigida sólo a la producción cárnica, ya que las vacas lecheras ya reciben otra subvención del Govern. «Los años en los que hay sequía hay pérdidas en las explotaciones ganaderas, por eso se suelen dar complementos», explican desde la conselleria, que destina un total de 37.500 euros a amortiguar estos efectos. Actualmente, la carne bovina de Eivissa cuenta con un distintivo de marca del matadero y en los últimos años los productores también están trabajando para crear una marca de calidad, un trámite no exento de dificultades.

De estas ayudas sólo se podrán beneficiar los ganaderos de Eivissa, ya que actualmente en Formentera no existe ninguna vaca. En Eivissa hay una quincena de explotaciones muy variables. Algunas muy pequeñas, con dos o tres ejemplares y otras que llegan a los 30 animales. Hay que tener en cuenta también que la cabaña bovina se ha incrementado en los últimos años en Eivissa, frente a los descensos que registran la ovina y cabruna.

Los ganaderos pitiusos tienen de plazo hasta el 4 de noviembre para acogerse a las subvenciones, que fueron publicadas en el Butlletí Oficial de les Illes Balears a principios de octubre.