B. R.
La renovación de los permisos de extranjeros provoca durante estos días largas colas a las puertas de la Comisaría, hecho que ayer confirmaron algunas fuentes y también el mismo director insular, José Manuel Bar: «Es una época un poco mala porque en muchos casos los permisos están en trámite y otras veces al finalizar los contratos y viajar a sus países de origen necesitan una autorización», recalcó. En este sentido, el director insular señaló que a lo largo de estos días se reciben numerosas peticiones de extranjeros para viajar a sus países, hecho que se resuelve con bastante «rapidez».

A pesar de esto, algunas fuentes aseguraron ayer a este periódico que al atender diariamente a medio centenar de personas, alugnos de los interesados pasan toda la noche a las puertas de la Comisaría de Eivissa con el fin de ser los primeros en recoger su turno a la mañana siguiente. Después de todas estas horas, los extranjeros deben permanecer a la espera hasta que le toque el turno, hecho que puede prolongarse hasta mediodía. De esta forma, destacaron que los extranjeros con intención de renovar sus permisos de residencia deben sufrir las inclemencias del tiempo y una situación calficada de «vergonzosa y tercermundista». Aún así, el director insular, José Manuel Bar, negó este extremo y alegó que en algunos casos los extranjeros no solicitan las autorizaciones y la renovación de los permisos con la suficiente antelación, lo que provoca en esta época las aglomeraciones a las puertas de la Comisaría de Eivissa, pero no las colas y las esperas interminables durante toda la noche.