Poco antes de las siete de la tarde, los Reyes Magos de Oriente llegaban al puerto de la Savina a bordo de la embarcación «Estrella del Mar» donde fueron recibidos con bengalas encendidas y una cantante lírica que les dio la bienvenida con una nadala.

Al descender del barco un pasadizo de soldados les abrió pasó hasta las carrozas que les esperaban y desde ellas saludaron a la multitud congregada en el muelle y comenzaron, tanto ellos como sus pajes y ayudantes, a bombardear al público con caramelos. Los más pequeños pugnaban entre los nervios y la ilusión, y mientras, recogían caramelos y se acercaban a los Reyes Magos, en su fuero interno confiaban en que sus sueños se hicieran realidad hoy.

Desde allí la comitiva se trasladó hasta Sant Francesc Xavier y su primer alto fue en la iglesia donde hicieron la obligada salutación al Niño Jesús para a continuación subir al balcón Consistorial, donde les esperaba el alcalde de la isla, Isidor Torres, que hizo la lectura del pregón de los deseos para 2007, un pregón muy especial dada la nueva dimensión que Formentera puede tener en el mapa autonómico con el nuevo Estatut y la creación de un Consell insular propio.

Tras haber escuchado cantos navideños en latín, la comitiva se desplazó hasta Sant Ferran de ses Roques, donde de nuevo visitaron la iglesia para rendir homenaje al Niño Jesús y posteriormente toda la comitiva se dirigió hasta el Pilar de la Mola donde asistieron a la Misa de Reyes para acto seguido, pasada ya la medianoche, comenzar a entregar públicamente los regalos, una costumbre típica de Formentera, a los más pequeños.

Guillermo Romaní