El conseller balear de Comerç defendió ayer la Ley de comercio, que pone trabas a las grandes cadenas y resaltó que actualmente estos establecimientos no son necesarios porque la oferta comercial de Eivissa es suficiente. «Consumidores somos todos y a todos nos gusta comprar una serie de cosas, pero es que la oferta comercial que tenemos es buena». Cardona apeló al interés general y defendió que esta normativa impide que sólo haya grandes cadenas y una pobre oferta comercial, como ha ocurrido en el sector de la alimentación, copado «por tres o cuatro marcas». «¿Es éste el modelo de comercio que queremos?», se preguntó el conseller, para el que la entrada de grandes superficies comerciales implicaría «pan para hoy y hambre para mañana». «No se trata de ir en contra de nadie, se trata de defender la libre competencia, y eso significa competir en las mismas condiciones, porque, si no, no es libre competencia», añadió Cardona, que animó a los que critiquen la ley a iniciar su modificación en el Parlament. «Yo no miro por unos o por otros, yo estoy pensando en la isla de Eivissa».

C. ROIG
La diputada socialista Patricia Abascal instó ayer al conseller de Comerç, Josep Juan Cardona, a ejercer sus competencias y a poner multas o, en su caso, cerrar las ocho grandes superficies comerciales que cuentan con licencia del Ayuntamiento de Vila para funcionar pero que no tienen el preceptivo permiso del Govern. Según Abascal, el PP está mezclando ambos trámites, que son independientes, para dejar en manos del Consistorio una decisión que compete al Govern. «Quieren culpar al Ayuntamiento con un objetivo claramente electoralista, pero ya está bien de que no asuman sus competencias», añadió la diputada, que insistió en que hay otras formas de defender al pequeño comerciante aparte de esta ley. De hecho, citó una batería de iniciativas presentadas por los socialistas que han sido sistemáticamente rechazadas por el PP. Abascal arremetió asimismo contra el hecho de que actualmente exista una moratoria, ya que la ley establecía que se debían redactar los requisitos imprescindibles para estas cadenas en seis meses, cuando ya lleva dos años.

Por su parte el conseller balear de Comerç rechazó estas críticas y anunció que requerirá formalmente al Ayuntamiento de Eivissa para que revise las licencias que en su día concedió a todos estos establecimientos, entre los que están Pimkie, Pull and Bear, Srpingfield o Stradivarius. Cardona asegura que el Consistorio sabía que no podía autorizar estas licencias porque previamente los empresarios debían presentar una licencia autonómica, cosa que no hicieron. El conseller también insistió en que el Govern no puede cerrar estos establecimientos porque cuentan con licencia municipal, aunque ésta sea nula, por lo que tendría que ser el Consistorio quien lo hiciera. Cardona también indicó que Vila es el único municipio de Balears donde se ha incumplido esta ley.