Francesc Antich, el candidato a president, dirigiéndose a pronunciar su discurso de investidura.

El candidato a president, que ayer protagonizó por segunda vez una sesión de investidura como candidato al Govern (la primera fue el 22 de julio de 1999), anunció algunas de sus propuestas para gobernar las Islas pero, sobre todo, optó por una intervención muy centrada en «los valores». Lo dejó claro desde el primer momento. Dijo que él daba mucha importancia a los valores y abogó por dignificar la política para frenar la abstención en los procesos electorales.

Aunque hoy será propuesto para presidir el Govern, el candidato socialista a president no dará a conocer su Govern hasta el viernes, que es cuando tomará posesión de su cargo. Ayer, sin embargo, ya apuntó los ejes de su acción de gobierno. Lo definió como «Govern de centro izquierda» y puso especial empeño en destacar la importancia de las clases medias para el desarrollo de su proyecto político, además de la importancia del sector económico y empresarial.

Antich, al que hoy replicarán los grupos políticos, apuntó durante un discurso, de algo menos de una hora, que «mejorar la calidad de vida de las personas» será su «pasión» a lo largo del mandato.

A la sesión de ayer acudieron cargos institucionales y, sobre todo, dirigentes y ex dirigentes del PSOE, partido que tras las elecciones del 27 de mayo ostentará las presidencias del Govern y de los consells.

El líder socialista, que formará un Ejecutivo con presencia de varios partidos, insistió en varias ocasiones en que no irá en contra de nadie, destacó lo que hará pero también 'lo que no hará' y desplegó un amplio paraguas político bajo el que caben todos y bajo el que todas las propuestas de su programa tendrán la misma importancia. Puso un ejemplo que llamó la atención al señalar que «ejecutaremos un gran plan de la Vivienda y, con la misma ilusión crearemos un servicio de rehabilitación a domicilio y prestaremos servicio en podología para la gente mayor que lo necesita, que no es poca».

El Plan de la Vivienda fue uno de sus anuncios. Pero hubo más. Así, el candidato a president avanzó que buscará un «pacto por la lengua», que pondrá en marcha un plan de inversiones para el transporte público y un pacto por la competitividad.

Antich, que previamente había mostrado su discurso a sus futuros socios del Govern (UM y Bloc), dijo que se propone impulsar un «cambio tranquilo» (la misma expresión que utilizó Zapatero) y tendió puentes claros al sector económico y hotelero. Fue claro al referirse a su modelo turístico (citó el «turismo hotelero, la desestacionalización, la calidad y la diversificación») y no hubo la más mínima alusión a la creación de impuestos como la ecotasa. La referencias al «cambio tranquilo» vinieron acompañadas de ejemplos concretos.