«Nuestra apuesta son las viviendas a precio tasado en un número suficiente, 20.000 en seis años, un gran pacto con todos los sectores», apuntó el nuevo conseller d'Habitatge i Obres Públiques del Govern balear, Jaume Carbonero, que defiende que la idea de vincular suelo a política de vivienda ya se da en otras comunidades autónomas y en el propio Gobierno central. «Lo importante es que haya un programa de actuación pactada con independencia de cuál sea la estructura definitiva de las conselleries. Dos conselleries se reparten las competencias que antes gestionaba un único departamento: la de Mobilitat y la del Habitatge», explicó.

Carbonero recuerda que este asunto es un «derecho etéreo» que hay que garantizar. «Y se garantiza buscando suelo y procurando que haya un parque de viviendas suficiente para las capas sociales que tienen dificultades en el acceso a la vivienda. El reto son viviendas suficientes y con un precio asequible, ya sea en venta o en alquiler. Pienso que a la gente lo que le interesa es poder acceder a una, recién construida o rehabilitada, a un precio que pueda pagar. Le da igual que se llame vivienda protegida, vivienda aprecio especial o vivienda tasada», continuó.