Los presidentes de ambos consells y sus respectivos consellers posaron al finalizar la reunión que sirvió para «sentar las bases de la negociación».

JOSÉ LUIS MONTOYA Ambos presidentes insistieron en la necesidad de asumir este traspaso sin prisas para dotar convenientemente cada una de las materias traspasadas. Asimismo, será preciso antes salvar el escollo de dotar a la isla de una sede suficientemente amplia para asumir todas las competencias e implicar al Govern para que asuma la mayor parte del coste de ese traspaso a fin de no descapitalizar al Consell d'Eivissa, tanto a nivel económico como de recursos técnicos y humanos. Entre tanto, la Comisión Mixta creada para este proceso (de la que también forma parte el Govern) se reunirá el próximo 6 de septiembre para iniciar los trámites.

«Es un proceso que hemos de asumir con tranquilidad, sin pararnos y trabajando, porque hablamos de un lugar como Formentera, marcado por las carencias que tenemos en materia de funcionariado y personal técnico. Eso es tan importante como el tema de la financiación», explicó Jaume Ferrer.

Por su parte, Xico Tarrés consideró que «si el traspaso se logra de aquí a diez años, habrá sido muy rápido; no nos engañemos. El Consell [d'Eivissa] lleva 17 años desde que se iniciaron las transferencias y en Formentera será más difícil y costoso». Tarrés también aludió a «las cosas que se dijeron cuando Marí Calbet hizo esta sede sobre sus dimensiones, y hoy es pequeña para las que se han transferido o para las que pueden llegar. Por eso, Formentera se ha de planificar muy bien», sentenció.

A este respecto, Ferrer señaló que se pretende pactar por separado cada una de las competencias, a medida que se vayan asumiendo para garantizar una dotación suficiente.