El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, valoró de forma positiva el encuentro de la Conferencia de Presidentes celebrada ayer en el Consolat de la Mar con Francesc Antich como presidente del Govern balear y los máximos mandatarios de las islas, Jaume Ferrer por Formentera, Francina Armengol por Mallorca, Joana Barceló de Menorca y Xico Tarres por Eivissa. «La reunión ha sido muy importante para Formentera porque -subrayó Ferrer- por primera vez la isla ha estado en igualdad de condiciones con el resto de las que forman el archipiélago balear». Para el presidente del Consell formenterés, la reunión fue positiva aunque genérica en su contenido ya «se marcaron las líneas de actuación futura así como la periodicidad de las reuniones que se llevarán a cabo, como mínimo, dos veces al año, en setiembre y en enero» dijo Ferrer señalando además que se podrían convocar más encuentros y que en función de los temas cruciales a tratar «he propuesto que alguna reunión se celebre en Formentera», considerando que en el momento que deba abordarse el deslinde de Costas, dicha reunión debería celebrarse en la pitiusa menor por ser la isla más perjudicada territorial y socialmente.

En la próxima reunión, según indicó el presidente del Consell de Formentera, se aprobará el reglamento de ordenamiento y funcionamiento de la Conferencia de Presidentes, y si bien la primera toma de contacto fue genérica, Ferrer confía en que en setiembre se pueda comenzar a trabajar ya que ayer de lo que se trató básicamente fue que Antich expusiera su manera de enfocar el asunto a los presidentes insulares. Por último, Ferrer explicó que no regresaría a Formentera hasta hoy martes ya que tenía intención de asistir a la toma de posesión de Francesc Triay como presidente de la Autoritat Portuària de Balears, cargo que ya ocupó en la época del Pacte de Progrés, entre 1999 y 2003 para ser relevado por Verger a quien ahora sucede; la presencia de Verger en Formentera fue sumamente esporádica y se concretó en ambiguas promesas que no han cuajado por lo que quienes viven y trabajan en la Savina esperan un cambio de rumbo decisivo para descongestionar la zona y resolver los problemas endémicos del puerto de Formentera.