Para estas chicas el ritmo del verano se marca en tiempos muy diferentes. En el caso de Isis y Araceli, el domingo es sinónimo de trabajo en el negocio de ropa infantil de Pachá. «Nosotras trabajamos en verano para ahorrar dinero, porque durante el invierno tenemos que estudiar fuera», aseguró Isis, que este año empezará Enfermería en Barcelona. Por su parte, su compañera Araceli, que también reside en la ciudad condal cursando estudios inmobiliarios y de la construcción, ve en este trabajo la posibilidad de sacarle el máximo provecho a su estancia en la isla, ya que ambas son ibicencas y pasan sus vacaciones con la familia.

«Si te toca el turno de mañana se hace más duro todavía, porque te tienes que levantar pronto para trabajar, mientras todos tus amigos se van a la playa», precisó Isis, a lo que su compañera Araceli añadió: «Aunque en Eivissa puedes salir todos los días, nosotras preferimos los sábados, porque es cuando sale la gente que vive aquí y, claro, teniendo que madrugar, no es lo mismo», puntualizó entre risas.

Por otra parte, una forma muy diferente de pasar el día del señor es la que tienen Míriam, Majo, Andrea, Almudena, Lluna, Ana y María, un numeroso grupo de intrépidas amigas que decidieron pasar parte de sus vacaciones en la Pitiusa mayor.

«Este es nuestro viaje de quintos, porque todas cumplíamos 18 años y por eso hemos sido las encargadas de organizar las fiestas de este año en nuestro pueblo Ondara en Alicante», comentó Majo. Juntas han realizado un viaje de desenfreno nocturno que les ha llevado a recorrer los clubs más emblemáticos de la isla.

«Vinimos un grupo muy numeroso de gente y no nos hemos perdido ninguna fiesta. Hemos ido a Privilege, Pachá, Amnesia, Space y Bora Bora», dijo Almudena, y tanta ha sido la fiesta que, paradójicamente, les ha quedado una asignatura pendiente: «Tomar el sol en alguna de las playas y calas de la isla». Algo que no les preocupa, pues están seguras de que repetirán su aventura ibicenca el próximo verano.

Irene Luján