CONCHA ALCÀNTARA Afectados de diabetes en Eivissa buscan la colaboración de más diabéticos para impulsar una asociación o una delegación de la ya existente en Palma. Ana Serapio y Javier Mayol sufren diabetes tipo 1, que necesitan inyectarse insulina, desde hace años. La diabetes fue detectada en el caso de Ana hace diez años cuando empezó a sentirse mal y a adelgazar mucho. Estuvo varios días hospitalizada hasta que se contrólo su nivel de insulina. A Javier fue durante el servicio militar cuando se le detectó la enfermedad hace 20 años.

Serapio, psicóloga de profesión, presta ayuda psicológica a los enfermos a través de la asociación que ya existe en Palma. A través de su iniciativa quiere crear grupos con familias «porque es muy alarmante cuando de la noche a la mañana te dedicen que tu hijo es diabético y no sabes dónde acudir». Hay muchos casos de niños diabéticos. Otro de los objetivos es ofrecer formación como, por ejemplo de la nutrición ya que la dieta es una parte esencial.

Los diabetes cuentan ahora con dos endocrinos en Can Misses pero no siempre ha sido así ya durante varios meses se quedaron sin especialista. «En diabetes tipo 1 estas un poco abandonado por eso creo que es muy buena la asociación. Ahora hay dos endocrinos y creo que se va a agilizar», subraya Ana. En el caso de diabetes tipo 2, conocida como diabetes del adulto, es la más habitual ya que el seguimiento se hace a través de Atención Primaria.

El diagnóstico de la diabetes ocasiona «un cambio bastante grande» en la vida de una persona donde no sólo cobra importancia la alimentación sino también otros aspectos. «Es algo crónico y a veces hay mucho desgaste. Cuando tienes otros problemas, tambien sube el azúcar en la sangre asociado a cambios emocionales o estrés. Es algo que siempre está ahí», subraya.