El Passeig de ses Fonts de Sant Antoni se convirtió ayer en un improvisado mercado de oportunidades que hizo que el flujo de clientes en busca de las últimas gangas de la temporada fuera constante durante toda la mañana.

El cielo nublado ayudó, aún más si cabe, a que cientos de turistas, en su mayoría británicos, recorrieran los más de 20 puestos que los comerciantes de Sant Antoni instalaron bajo una gran carpa.

Entre los productos que pudieron adquirirse había abundante ropa de bebé y niño, cuyos puestos fueron los más recorridos por los clientes. Asimismo, también hubo libros de lectura, cómics y abundante material escolar, así como bolsos, zapatos, bisutería y ropa de mujer.

«Es la primera vez que participo en una feria así y me parece una gran idea, porque así los comerciantes podemos liquidar las prendas que tenemos de temporadas pasadas y que, de otro modo, se quedarían guardadas en el almacén sin salida», comentó Cati Cardona, de la tienda Bebop que añadió: «Yo soy de Barcelona y allí los negocios tienen más oportunidades de vender estos productos, porque hay hasta secciones de venta en los periódicos. Por eso creo que aquí deberían de hacer más ferias así».

Se trata de la segunda edición de esta iniciativa que, en esta ocasión, está organizada por la Associació de Comerciants de Sant Antoni en colaboración con el Govern balear y el Ayuntamiento del municipio. «Estamos muy contentos con la respuesta de la gente, porque está funcionando muy bien durante toda la mañana», explicó el presidente de la asociación, Juan Prats, que añadió: «Al menos esto servirá para remontar el mes de septiembre que todos esperábamos que fuera mejor de lo que ha ido», precisó Prats, acerca de una temporada a la que los más de 100 socios de la asociación ya califican como «floja».

Irene Luján