Imagen de archivo del municipio de Eivissa, que congrega gran número de viviendas.

B. R. Las Pitiüses cuentan aproximadamente con 150.000 plazas alegales, según explicó el conseller de Programació Económica Corporativa de Eivissa, Tomás Méndez, experto también en turismo. Esta cifra supone ya superar la oferta reglada que existe en las Islas y que ascienden a 87.000 camas, según los datos del anuario turístico del 2006 del Govern balear, lo que supone más turistas alojados en plazas no regladas durante la temporada de verano.

Ante esta situación, el sector turístico reclama que se regule la situación de esta actividad ilegal con la creación de una unidad de inspección clara y contundente, que garantice unos índices de calidad a los visitantes que llegan a las Islas. Este hecho se desprende de que el número de turistas sigue aumentado año tras año mientras que la camas ofertadas en la planta turística se mantienen. Por ello, reclaman que desde el ejecutivo insular se ponga en marcha una unidad de inspección para poder garantiza la calidad interesada a los visitantes que llegan a la isla y denunciar así a todos aquellos que no cumplen con la ley y poder mantener la imagen del producto de Eivissa y de la marca Ibiza y evitar los fraudes.

Además, y según los datos que maneja Méndez, cerca del 30 por ciento de las viviendas que existen en Eivissa se dedican al arrendamiento turístico, sin llegar a registrarlo. Esto provoca que la calidad de los servicios no sea la deseada llegando a ofrecer inmuebles a precios desorbitados, y que son reclamados tanto por turistas como por la población que llega a las Islas para trabajar en oficios de temporada. Según Méndez, lo ideal sería realizar un registro para controlar todas estas viviendas que durante los meses de verano se convierten en plazas turísticas potenciales y establecer unos mínimos de calidad para asegurar la buena estancia de los usuarios y visitantes. De esta forma, Méndez aseguró que establecer un techo al crecimiento de las plazas hoteleras ha resultado ser una equivocación ya que esta cifra ha sido totalmente desbordada por el crecimiento de estas plazas residenciales. De hecho Méndez apunta que el desequilibrio por el proceso urbanizador ha provocado esta proliferación de plazas alegales. Ante esta coyuntura, el conseller balear de Turisme, Francesc Buils, aseguró en su primera visita a Eivissa y en una reunión mantenida con los representantes del sector turístico la necesidad de que el Govern balear colabore con el Consell d'Eivissa para poner freno a la proliferación de las plazas ilegales y establecer un protocolo de actuación. Además, resaltó que la única solución es controlar toda la planta de oferta no reglada para poder controlar a todos los que no se encuentran en disposición de dar alojamiento a los visitantes de las Pitiüses.