JOSÉ LUIS MONTOYA La propuesta de Vila para que sea reconocida su capitalidad no oficial no ha dejado indiferente a los demás municipios que, a priori, parecen estar dispuestos a apoyar al Ayuntamiento de Eivissa en este importante proyecto. Eso sí, los alcaldes coinciden al reclamar que este plan no repercuta negativamente hacia ellos o que la posible compensación económica que percibiría Vila también represente un beneficio para esos territorios.

A dos días de la constitución del Consejo de Alcaldes promovido por Xico Tarrés, en el que Lurdes Costa informará a sus homólogos sobre los asuntos preliminares relacionados con este proyecto, Última Hora ha querido conocer la opinión de los primeros ediles de los demás municipios de la isla. La conclusión final es que, tal como la corporación ibicenca adelantó, será necesario un trabajo de lograr adhesiones antes de afrontar el proyecto de capitalidad.

El alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, no dudó al afirmar que la medida le parece «bien» y que «no dudaremos en apoyarla», pero consideró que «hay que luchar para que la financiación se redistribuya también hacia los otros municipios». Marí reconoció el sobrecoste que representa para Vila la concentración de servicios supramunicipales que provocan una mayor presencia de visitantes de otros municipios, pero remarcó que ello también revierte en una mayor actividad comercial. «Hay una parte negativa y otra positiva», precisó el alcalde, que reivindicó el coste ambiental que representa para su municipio la ubicación del vertedero.

Desde Sant Josep, el alcalde Josep Marí Ribas afirmó: «Me parece correcto que Vila plantee este asunto porque le afecta de verdad, pero también es cierto que otros ayuntamientos, en algunos casos, también prestamos servicios de carácter insular». Marí Ribas señaló que «hay que clarificar el proyecto, pero a priori no nos opondremos».

Por otra parte, el alcalde de Sant Antoni, Josep Sala, apeló a la «sensibilidad» y al «respeto» para afrontar este asunto. Sala recordó también que servicios como el vertedero o el parque insular de bomberos se hallan en otros municipios, y sugirió contemplar la posibilidad de repartir todos esos servicios por toda la isla. «También serían una fuente de actividad para esos municipios», argumentó para sentenciar: «Estaremos a verlas venir, pero no aceptaremos que [el proyecto] sea en detrimento de los otros, sino al contrario, ya que todos tenemos, de alguna forma, problemas de capitalidad».

Finalmente desde Sant Joan, único municipio no limítrofe con el de Eivissa, su alcalde, Antoni Marí, remarcó las características que harían merecedora a Vila de esa distinción y consideró: «Me parece bien que sea compensado con el nombre que sea, pero no en detrimento de los otros municipios. Si es así no hay nada que objetar». Antoni Marí señaló que «todos los municipios tienen características especiales que hay que tener en cuenta».

El proyecto para la redacción y posterior presentación en el Parlament de una proposición no de ley de capitalidad de la ciudad de Eivissa es una antigua reivindicación de la ciudad. Equipo de Gobierno y oposición, avalados por cuatro ex alcaldes de Vila, han hecho de este asunto una «cuestión de Estado». Ahora deberán enfrentarse a las susceptibilidades de otros dirigentes. Para ello, piensan aportar cifras imparciales del sobrecoste que la ciudad ha de afrontar a diario para dar servicios al resto de la isla.