a máxima aspiración de esta iniciativa es ser un espacio donde unos y otros puedan compartir esos libros que tanto les gustaron. Porque si prestar títulos es despedirse para siempre del ejemplar, a pesar de las ya conocidas y reiteradas promesas de devolución, ésta puede ser una buena solución para que lectores disfruten de una buena historia, eso sí, dejando otra.

El intercambio de libros que funciona desde hace una semana en la Marina y Dalt Vila ya cuenta con un caudal de medio centenar de ejemplares no sólo en español, sino también en inglés y francés. No es Book Crossing porque no hace falta rendirse ante los caprichos del azar para encontrarse un ejemplar en algún banco de la ciudad. Es un sistema más cómodo, económico y a la vez solidario de renovar la lectura. La periodista Cecilia Galbis es quien ha puesto en marcha este sistema, que además busca dinamizar, desde la cultura, las tranquilas tardes de invierno en Eivissa.

«Para empezar han donado libros periodistas, escritores y poetas de la isla, algo que tiene mucho mérito. Porque esperamos que la gente no traiga esos libros que quiere descartar sino aquellos que le gustaría compartir», explicó Galbis.

En uno de estos espacios, la tienda Tejidos Casetas, ubicada en la Marina, el intercambio ya se ha puesto en movimiento. «Ha venido un chico y me ha dejado libros en inglés porque quería leer en español, y luego vino una chica, a la que le venía muy bien leer en inglés y se ha llevado alguno», comentó Serapio, propietario de este espacio. «Es una buena solución para la gente que no puede gastar tanto en libros, y para los jóvenes, para que aprovechen el tiempo leyendo», agregó el vendedor.

El otro lugar encargado de este nuevo sistema de literatura de ida y vuelta es el bar de Can Botino, atendido por Alejandro Sánchez. «Lo interesante es que haya intercambio y que la gente pueda encontrar títulos que le gusten», destacó Sánchez sobre esta innovadora propuesta. lL.Aversa