J. L. MONTOYA El Ayuntamiento de Eivissa ya ha puesto en marcha el proyecto de policía de barrio que el equipo de gobierno anunció en campaña electoral. Para ello, tras someter al cuerpo de policía a una reorganización de sus efectivos, ha designado a nueve agentes que se harán cargo de forma específica de este servicio, sin dejar de prestar las otras funciones propias de su cargo.

Los agentes de barrio dispondrán de un teléfono móvil al que podrán dirigirse los colectivos vecinales y de comerciantes de su zona asignada para informarles de los pequeños problemas y así mejorar la relación entre ciudadanos y Ayuntamiento. Este proyecto está muy vinculado a la ordenanza de convivencia que el Consistorio está elaborando en estos momentos y que pretende vigilar conductas que afecten a la armonía vecinal.

Para su funcionamiento, se ha dividido el municipio en nueve zonas. Ocho de estas están atendidas por ocho agentes (uno cada una) y la novena por dos. Sin embargo, la implantación de la policía de barrio no llegará a todo el municipio, ya que no se ha designado este servicio para la zona de Talamanca, por ejemplo. Así, según informó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana y Recursos Humanos, Ricardo Albin, el reparto por zonas será el siguiente: Sa Penya y la Marina (la única con dos agentes), Vara de Rey y sa Capelleta, Es Pratet, Ses Figueretes y es Viver, Ca n'Escandell y Cas Serres, Sa Colomina, Dalt Vila y Ensanche Norte y, finalmente, Mercat Nou y Ensanche Sur.

Ricardo Albin explicó que en las zonas donde no haya un agente específico de barrio habrá patrullas policiales. Con esas patrullas también se suplirán los turnos de vacaciones o descanso de los agentes de barrio especializados. «No hemos querido crear una estructura fija y monolítica. Habrá apoyo de las patrullas policiales cuando sea necesario», matizó el concejal.

Perros y graffitti
Por otra parte, Albín informó de que desde la semana pasada un agente se encarga de controlar aspectos relacionados con la suciedad generada por los perros y por los artistas callejeros. El concejal precisó que se han cursado ya diez denuncias contra propietarios de perros por aspectos como la falta de identificación o el abandono.

«Hemos de tomar conciencia de que las calles son de todos y no tienen que estar sucias», aseguró el concejal, quien avanzó que la ordenanza de convivencia en la que actualmente se trabaja contemplará también actuaciones en contra de los graffitti callejeros. «De momento podemos actuar por daños a la propiedad privada», dijo y recordó que también se puede actuar contra los padres de los jóvenes que infringen las normas haciéndoles pagar esos daños.