R. L. El Grup de Estudis de Sa Natura (GEN) explicó ayer las alegaciones que ha presentado a la exposición pública del proyecto de golf que promueve el grupo de empresas vinculado al ex ministro Abel Matutes, entre las que destaca la alusión a un manual de reducción de riesgos aviarios en los aeropuertos, que incluye precisamente este tipo de instalaciones entre las que provocan un aumento de la presencia de aves en el entorno aeroportuario por la creación de lagos artificiales. «Se ha reconocido que el aprovechamiento de tierras en los alrededores del aeropuerto puede provocar choques entre aves y aeronaves. Las aves pueden verse atraídas hacia las zonas cercanas al aeropuerto y a su vez frecuentar éstos en busca de alimento, agua, lugares de descanso o abrigo. También es probable chocar con algunas aves fuera del perímetro delaeropuerto, sobre un terreno explotado que les ofrezca atractivo. De hecho, un 21 % de los choques con aves comunicados al sistema IBIS de la OACI ocurrieron fuera del aeropuerto. Los choques con aves en un aeropuerto son aquellos que se producen a una altura de hasta 60 m (200 ft) durante el aterrizaje y de hasta 150 metros durante el despegue», citan los ecologistas. El GEN también denunció que la pretensión de ubicar un campo de golf en la zona periférica de protección del Parque Natural de ses Salines resulta del todo incompatible con la preservación del espacio, un hecho que además supone un impacto «absolutamente inasumible».

Protección
Se trata de una denuncia que el GEN ha elevado tanto al Consell Insular d'Eivissa como a la Conselleria de Medi Ambient del Govern en forma de ocho alegaciones en las que los ecologistas también aseguraron que «este tipo de infraestructuras suponen la implantación de una actividad altamente contaminante para los acuíferos de la zona con el más alto grado de protección de la isla de Eivissa».