Un parchís nada aburrido

Para algunas personas el parchís es aburrido, sobre todo cuando se juegan varias partidas. Durante la tarde de ayer, la zona cubierta del campo de Can Misses se convirtió en un lugar lleno de diversión y risas con el parchís gigante que el club de Pipo organizó para disfrutar de una tarde emocionante. Durante la mañana de ayer, miembros del club, padres y algunos niños colaboraron en la elaboración de esta pista de juego tan peculiar. El tablero de 36 metros cuadrados admitía participantes de todas las edades, aunque predominaron los niños de siete y ocho años, según aseguró Teresa Palacios, una de las directoras de este club social. La lluvia no impidió que la cita se celebrara, así como tampoco sirvió de excusa para quedarse en casa: «Pensábamos que la gente vendría tarde, pero lo cierto es que a las 16'30 horas ya había niños y padres jugando». Para las campeones como Lucía, Sandra, Paula y Alejandra, todas de tres añitos, hubo regalos muy variados, como kit de papiroflexia, maquillaje y juguetes diversos. Durante el transcurso de esta cita lúdica se jugaron en total cuatro partidas de este juego, cuando las previstas eran tres. Y los asistentes aún querían más. Tras reponer se con una deliciosa chocolatada que sentó muy bien a los más frioleros más adultos y a los de menor estatura se jugó otra partidilla rápida.