La Programación Neurolingüística (PNL) viene a decir que la excelencia se puede modelar, se puede imitar, se puede integrar en uno mismo para tener mejores resultados», asegura Yolanda Ruiz, psicóloga y psicoterapeuta afincada en la isla desde hace cinco meses con David Iñiguez, especialista en PNL que abandonó sus dos negocios en Zaragoza para dedicarse por completo a la enseñanza y transmisión de estos conocimientos psicológicos. La semana que viene ambos impartirán un curso de PNL por 600 euros que tendrá una duración de cuatro meses. «Básicamente se trata de estudiar cómo actuamos respecto a nosotros mismos y al resto de personas para intentar modificar los patrones de conducta que nos perjudican y promover los que nos benefician», afirma David. En otras palabras, se trata de un modelo de comunicación humana: «Se basa en el interés y la curiosidad por la gente; surge en los años 70 cuando John Grinder y Richard Bandler estudian a los terapeutas de más éxito y descubren que hay una serie de patrones de conducta y de comunicación que emplean estas personas a nivel inconsciente e intuitivo que les permite tener resultados muy exitosos en su trabajo», cuenta la psicóloga. Y añade: «Se dan cuenta de que estos patrones se pueden sacar, estudiar y lo más importante es que se pueden enseñar a otra gente para que también sigan ese camino de éxito». En esta disciplina hay tres conceptos básicos: tener un objetivo claro, ser flexible para conseguir cambiar nuestro comportamiento y tener cierta sensibilidad para captar sensaciones. ¿Cómo se consigue este cambio de comportamiento? «Fundamentalmente a través del autoconocimiento; hay muchas acciones inconscientes que la PNL vuelve conscientes; esto es básico porque a partir del autoconcimiento te das cuenta de lo que no funciona, lo descartas y aprendes comportamientos que sí que funcionarán para conseguir tu objetivo». El lenguaje también influye en nuestra manera de actuar: «Tendemos a sustantivizar verbos, como el amar, que lo conceptualizamos cuando en realidad es una experiencia que se vive», cuenta la psicóloga. Para evitar esto existe la herramienta del metamodelo, que consiste en darnos cuenta de cómo hablamos y aprender a usar la palabra exacta. El lenguaje no verbal, por su parte, también tiene un papel destacado en la PNL, pues aprendemos más de las personas por sus gestos que no por lo que dicen. l María José Real