EUROPA PRESS/R. L. El presidente de la Autoritat Portuària, Francesc Triay, afirmó ayer que a pesar de que ya ha finalizado la exposición pública del proyecto de ampliación del puerto de Eivissa, cabe la posibilidad de que se introduzca alguna modificación consensuada con las administraciones implicadas, a fin de atenuar su impacto.

Para ello, Triay recordó que se tendría que contar con el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente y que estas modificaciones deberían consistir siempre en una reducción de impactos, y no en una ampliación. Eso sí, el presidente de la Autoridad Portuaria agregó que se trata de una obra «necesaria, urgente e inaplazable», cuya pretensión es dar una alternativa a la actual terminal de pasajeros y andenes «para que la ciudad pueda respirar y entrar en contacto con el mar y el puerto».

El presidetne de la Autoritat Portuària aseguró que estos trabajos «en el términos objetivos suponen menos de la mitad de los ejecutados en cualquier puerto que reciba el tráfico de mercancías y pasajeros de la capacidad de Ibiza». Además, apuntó que rehacer el plan, como solicitan Consell Insular, Ayuntamiento de Eivissa y agrupaciones ecologistas, «aunque es viable desde el punto de vista administrativo no lo es tanto desde la racionalidad técnica», ya que se han de recoger las necesidades reales de futuro de la isla para que no se tenga que ejecutar luego otra ampliación.

A este respecto, agregó que el impacto visual que tendrá la plataforma de hormigón de 80.000 metros cuadrados ubicada junto a es Botafoc para la descarga de mercancías «será realmente inapreciable».

Tránsito duplicado
Triay recordó que en los últimos 8 años se ha duplicado el tránsito de pasajeros y las toneladas de mercancías «lo que hace esta obra imprescindible, ya que responde a una reordenación que los vecinos de la Marina llevan años demandando». Así, con relación al perjuicio que supondría a los residentes del Paseo Marítimo el tránsito de vehículos de carga en la zona, el presidente de la Autoritat Portuària recordó que «hay que equilibrar la balanza y pensar que el vial de Ibiza Nueva es mejor para acoger estos vehículos que la Avenida Santa Eulària».

Además, agregó no se descarta contemplar la puesta en marcha de una carretera alternativa que no perjudique a los vecinos de Juan Carlos I y de la Avenida 8 de Agosto «aunque eso sí nunca transcurriría por ses Feixes ni perjudicaría ningún Àrea Natural Protegida como se ha dicho», sentenció Triay.