B. R. El director de red de Banca March, Francisco Pérez, y el director territorial de Balears, Juan Abrines, señalaron ayer que en Balears no se experimentará una crisis inmobiliaria sino una «ralentización» en la venta de viviendas. En este sentido, apuntan que durante el primer semestre del año no se experimentará cambio alguno en la venta de inmuebles, mientras que en el segundo semestre se puede observar un leve cambio, «que provocará una bajada de los tipos de interés». Y es que, según apuntaron la actividad turística y del sector servicios «salvarán» la economía de los ciudadanos de Balears.

Los responsables de la Banca March señalaron que el sector de la vivienda está «sobredimensionado» aunque en el caso de Eivissa «está a un nivel más bajo», porque, según apuntaron, aún existe un mercado enfocado a los no residentes: «En Eivissa existe el mercado de los trabajadores que adquieren un inmueble y otro sector de alta gama que compran viviendas de 1'5 y 2 millones de euros», indicaron.

Aún así, desde Banca March auguran que si una vivienda antes se vendía en un periodo medio de seis meses ahora se tarda hasta 12 meses, lo que puede provocar una paralización de la construcción, «aunque es mucho más preocupante en otros lugares». En relación al precio de las viviendas, los responsables de la entidad bancaria señalan que los inmuebles de obra nueva no modificarán su precio mientras que sí lo harán las viviendas usadas, «que ya han empezado a bajarlos».