B. ROSELLÓ El Consell Insular aprobó ayer el plan de actuación de taxis para la concesión de 136 licencias temporales para los próximos dos años, tal y como se preveía, entre las protestas del sector. Y es que medio centenar de taxistas se congregaron ayer a las puertas de la máxima institución con silbatos y trompetas durante más de tres horas para mostrar su desacuerdo ante lo que se estaba aprobando en la reunión semanal del consell executiu.

El conseller de Mobilitat, Albert Prats, que compareció junto a la portavoz Pilar Costa, reiteró que el plan de actuación aprobado es un sistema «bueno para todos». «Hablamos de un beneficio social, económico y de regulación de la actividad económica que tiene que dar un servicio de calidad», indicó Prats, que concretó que estas licencias temporales creará «muchos puestos de trabajo y puede generar un gasto turístico de cinco millones de euros, que ya no caerá en la saca de los taxi piratas».

Además, el conseller apuntó que se transportarán hasta a 500.000 personas según la estimación de realizar 30 servicios por jornada. El conseller resaltó que este plan de actuación también beneficia a los titulares de licencias ya que mejoran su situación respecto al pasado año «porque pueden optar a más licencias, tienen menos restricciones y tienen garantías para el próximo año, pero lo que molesta a algunos es que también ganen a otros del sector», indicó Prats.

El presidente de la Confederación del Taxi de España, José Artemio Ardura, anunció ayer que el sector no cumplirá con los servicios mínimos establecidos por los consistorios (que obligan a trabajar al 50% de la plantilla). «No se aceptan los servicios mínimos porque no hay legislación que ampare estos decretos por lo que los taxistas establecerán unos servicios de emergencia para no dejar a la población desatendida», señaló Artemio, que se reunió con el conseller de Mobilitat sin lograr llegar a ningún acuerdo. Con esta medida de presión, que se llevará a cabo a lo largo de la jornada de hoy, el 10% de los vehículos establecerán un retén de guardia en cada municipio salvo en Vila donde existirán dos puestos de taxis, aún por confirmar. Además, Artemio señaló que el sector se reserva el derecho de aumentar progresivamente las jornadas de huelga en función de cómo se desarrolle el conflicto.

Los titulares de licencias establecen que el plan de actuación aprobado por el Consell pone en peligro 310 puestos de trabajo, que se crean en verano «en una situación muy favorable para los propios trabajadores que cuentan con contratos de seis meses cuando la actividad en Eivissa no da para más de cuatro meses». Por ello, y en boca de Ardura se indicó que «posiblemente» desaparezcan durante las próximas temporadas de verano estos contratos de temporada alta. Desde la Confederación del Taxi de España animan a los integrantes del sector a convocar un encierro, apoyado por representantes nacionales, en el caso de que no se llegue a un acuerdo con la máxima institución insular.