El grupo de alumnos del instituto Sant Agustí, ayer por la mañana, en la playa de Port des Torrent.

De un día para otro, los más revoltosos, los que menos se preocupan por tirar un papel a la papelera durante el recreo se convirtieron en ciudadanos ejemplares. Se dieron cuenta que no es la rebeldía adolescente lo que lleva a mucha gente a tirar sus desperdicios por cualquier lado sino más bien la falta de educación, de respeto al medio ambiente o, aún peor, el desinterés.

Un grupo de alumnos del I.E.S. Sant Agustí limpió ayer los alrededores de la playa de Port des Torrent a cambio de que el Ayuntamiento de Sant Josep les ayude a sufragar los gastos del viaje de fin de curso. Un premio muy alentador del que casi no se acordaron al ver la cantidad de basura que se puede encontrar entre las rocas donde además hallaron desperdicios casi históricos. Sí, porque entre tanta botella rota, compresas, condones, pañales, gasas, camisetas, sombrillas de playa, tapones de botellas, colillas y zapatos se hicieron con el hallazgo mayor: nada menos que latas del mundial España 82.

Fue una clase magistral y eso que ningún profesor tuvo que explicarles nada. Con sólo revisar un poco los alrededores, porque la playa, hay decirlo, estaba limpia, lo vieron todo por ellos mismos. Así lo aseguró su profesor, Xavi Ribas, emocionado de ver lo buenos ciudadanos pueden ser esos alumnos que siempre se comportan con rebeldía. «Estoy muy contento y muy orgulloso porque lo que no hacen en clase ni en el patio, aquí, hasta los más revoltosos son los primeros que han tomado la iniciativa y han organizado a los otros compañeros para trabajar», destacó el profesor. «Lo que ocurre es que están fuera del instituto, son ellos mismos, y no hacen de alumnos, hacen de ciudadanos. Me ha emocionado bastante al verlos trabajar seriamente», agregó.

A los estudiantes del I.E.S. Sant Agustí, que limpiarán Cala Comte y Cala Bassa, se sumarán también los estudiantes de L'Algarb, que hará lo mismo en otras playas.

Esta iniciativa pionera surgió de las responsables de las actividades extraescolares de ambos centros, Neus Mateu y Pepita Costa, que han considerado la educación ambiental como algo prioritario en la educación de los jóvenes. Ahora, gracias a este trabajo, el consistorio les ayudará con los viajes de fin de curso de primero y segundo de bachillerato que tienen como destino nada menos que las ciudades de Praga y Berlín. lL. Aversa