Imagen de archivo de un pleno del Consell.

El conseller de Mobilitat, Albert Prats, anunció ayer durante la celebración del pleno del Consell que autorizarán a los hoteleros a ofrecer un servicio de microbuses para trasladar a sus clientes si no hay suficientes taxistas que opten a las licencias temporales esta temporada.

Serían minibuses de hasta nueve plazas para poder trasladar «única y exclusivamente a sus clientes» a cualquier destino, no sólo al aeropuerto, e incluso se podría cobrar por el servicio siempre que «no se cargue ningún beneficio y sólo los costes». Prats recalcó que se trata de una opción que está contemplada en la ley de transportes terrestres y responde a la «inquietud» de los hoteleros por miedo a que no haya suficientes taxis este verano. El conseller recordó que nada más tomar posesión del cargo los hoteleros le pidieron 300 licencias temporales. «Viendo la situación actual, en la que hay un boicot al Plan de licencias reaccionan pidiendo algún tipo de colaboración por parte de la Administración», añadió Albert Prats, que recordó que se verán obligados a dar estas licencias de microbús si «los taxistas persisten con esta actitud». También matizó que estos permisos que se darían a los hoteleros son por una «circunstancia excepcional».

El portavoz del grupo popular, Pere Palau, convocó una rueda de prensa tras el pleno para valorar esta iniciativa, que consideró poco racional porque «todo el sector del transporte se puede ir al garete». Palau recordó que actualmente hay transfers y excursiones en autobús, taxis y empresas de alquiler de coches que viven de transportar turistas. «Creo que a veces Prats no es consciente de lo que hace o lo que dice», expresó Palau, que indicó que quizás es fruto de que «va sobrado y tiene estas imaginaciones y alucinaciones». El conseller popular consideró que una medida así es especialmente problemática en un momento como el actual, «delicado económicamente», en el que está subiendo el paro. Además, Palau dudó de que esta medida sea legal, aunque prefirió no entrar en este asunto porque «lo primero que hay que preguntarse es si es racional o no». «Cada sector debe poder comer, todos tenemos que poder trabajar», añadió el conseller.

La propuesta de los microbuses salió a colación en una moción en la que el popular Diego Guasch pedía que se trabaje para aprobar la ley balear del taxi lo antes posible. En ella, Guasch acusó a Prats de «falta de planificación» y le recordó la mala imagen turística que provocará la falta de licencias temporales.

El conseller de Mobilitat recordó que la fórmula del PP era dar prioridad a los titulares de las licencias y no a los trabajadores y ahora se ha intentado crear un sistema igualitario. Prats acusó a los populares de ejecutar «maniobras políticas» para que el Plan de licencias no funcione y aseguró «que no se fía» de los ayuntamientos del PP, que después de innumerables conversaciones se desmarcaron del plan. Además, acusó a Guasch de haber sido una «marioneta cómoda» en manos de un colectivo tan fuerte como los taxis titulares.

El portavoz del PP, Pere Palau, denunció ayer tras el pleno la «prepotencia» del presidente del Consell, Xico Tarrés, y le pidió que retirara una frase dirigida a Diego Guasch que pronunció durante el pleno y «que constará en acta». Tarrés le preguntó a Guasch que qué se había «tomado» y si le había sentado mal algo. Tarrés respondía de esta forma a una acusación que previamente le había hecho el conseller popular, que indicó que el presidente del Consell no ha querido intervenir en la polémica de los taxis y ha dejado a «Prats a su suerte y que se vaya quemando él sólo». Tarrés aseguró que nunca se ha negado a sentarse con ningún colectivo, pero indicó que el conseller de Mobilitat va «sobrado» y tiene «toda su confianza».

Tras este rifirrafe, Palau acusó a Tarrés de «insultar» a Guasch acusándole de haber «tomado algo». «Cuando vamos a un pleno como mucho nos hemos tomado un café o un agua, esto tiene doble lectura, es el presidente de todos y no tiene que faltar al respeto».

El Consell aprobó con el voto en contra del PP la subida de precios de las escoletes del Consell. El precio mensual aumenta de 142 a 160 euros, el comedor sube de 4'15 a 5 euros y la cuota de matrícula asciende de 62 a 70. El conseller de Política educativa, Marià Torres, defendió que es una subida para actualizar el IPC, pero la consellera del PP Carolina Torres criticó la medida por considerar que un 15% no es el aumento del IPC. La consellera recordó que los progresistas siempre habían criticado las subidas aplicadas por el PP cuando entonces «se aumentaba por debajo del IPC». Torres criticó también que con la modificación se pongan las cosas más difíciles para las familias que pueden tener algún problema económico «puntual», ya que con dos impagos se pierde la plaza. Cuando un alumno deje de asistir con justificante deberá pagar el 50% cuando antes se le dejaba exento y además se cerrará en Navidad y Semana Santa, aunque el conseller matizó que primero se sondeará a los padres.