Una pequeña majorette durante el desfile.

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osé Serra nació en Sant Rafel, pero hace 43 años que reside en Puig d'en Valls. Desde entonces participa todos los años en las fiestas de esta localidad: «Me gustan todas las actividades que hacen. Muchas veces me pregunto cómo podíamos vivir antes si un centro médico al que acudir cuando te sentías mal, por ejemplo». Durante la mañana de ayer, esta localidad celebró su día grande con una misa solemne, en la que participó por primera vez el coro de Jesús, invitados por el Ayuntamiento de Santa Eulària.

La comisión de fiestas de Puig d'en Valls se ha renovado este año: «La actual integra a los miembros de la anterior. En total somos 20 personas que hemos trabajado duro durante dos meses para preparar todos los actos festivos», explicó Toni Marí, concejal de Puig d'en Valls. Y añadió: «La verdad es que nos hemos dado cuenta de que dos meses no son suficientes para prepararlo todo, pero creemos que ha quedado un programa muy completo». Y pasado el mediodía, con varias nubes que amenazaban descargas de agua, llegó la hora de los bailes típicos. En esta ocasión, la Colla de Puig d'en Valls, los Xacoters de Sa Torre y el grupo de Austria Weibenbanch deleitaron a los asistentes con sus bailes típicos. La dulzura de movimientos de los austríacos, que se complementó en ocasiones con gestos divertidos en sus bailes, causó mucha sorpresa entre los asistentes: «Me ha gustado mucho; me ha hecho mucha gracia el juego de los hombres de tocar con fuerza los pies, las manos y luego el suelo», comentaba Vicente Colomar, mientras los de Austria continuaban con su danza tradicional. Durante los bailes, las 15 bandejas de orelletes salieron a perderse entre el público combinadas con pequeños tragos de vi pagès y refrescos de todo tipo. Poco después tuvo lugar el desfile de carros engalanados durante el que se pudo ver a algún que otro burrito y algún pony.

Ya por la tarde, la música y los bailes continuaron con diferentes actuaciones. A medianoche, estaba previsto que el castillo de fuegos de artificiales clausurara la jornada festiva.

María José Real