pesar de su madrileño origen castizo, Sant Isidre es venerado en toda España en muchas romerías y fiestas variadas en las que se le rinde homenaje por ser el patrón de los labradores y los animales. Así, durante la tarde de ayer, los habitantes de Sant Josep celebraron esta festividad con diferentes actividades relacionadas con la tradición agrícola.

Cerca de las 19,00 horas comenzó el desfile de carros. Algunos padres, temerosos de que se produjera un fallo en la coreografía ecuestre, apartaban a sus retoños de los animales, pues muchos de los pequeños no quisieron perderse detalle y ocuparon las filas más próximas a la calzada. Cuando el ritmo de los carros parecía caer en la monotonía durante la segunda vuelta por el pueblo, apareció un pony que con su galope arrancó más de una sonrisa.

«La mayoría son razas autóctonas porque son las que mejor se pueden adaptar al medio de Eivissa; de esta manera también queremos impulsar y dar a conocer las razas de aquí», explicó Yolanda Méndez, miembro de la asociación de criadores de razas autóctonas. En este sentido, durante el día de ayer los asistentes pudieron observar razas propias de la isla que en la actualidad se encuentran en peligro de extinción, como las cabras y las ovejas ibicencas. «También el porc negre, pero no lo tenemos aquí», afirmó Antonio Pardo, miembro de la misma asociación. Como no podía ser de otra manera, uno de los animales más fotografiados fue el ca eivissenc. En el mismo descampado donde se encontraban los animalitos en exhibición, la Cooperativa agrícola de Sant Antoni exponía varios modelos de maquinaria agrícola, como las plantadoras o las que siembran y arrancan patatas. Tras la misa oficiada en honor al santo tuvo lugar una procesión y una muestra de baile típico tradicional a cargo del Grup Folclòric de Sant Josep.

María José Real