La jueza respondió numerosas cuestiones que intrigaban a los estudiantes.

etrado de la acusación, acusado, víctima, fiscal y testigo fueron los papeles que interpretaron los alumnos de cuatro de ESO del colegio de Sant Jordi. Hicieron de todos los implicados en un juicio menos de juez, figura para la que se contó con la presencia de una magistrada real, Mª Àngeles Pardo, que trabaja en el juzgado de primera instancia de Eivissa. La actividad está organizada por el Tribunal Superior de Justicia de Belears y se trata de un programa educativo denominado 'Eduacant en justícia', en el que se pretende acercar a los jóvenes el complicado mundo de la jurisprudencia.

La actividad tuvo varias partes: primero, los alumnos vieron un vídeo en el que se explicaba cuáles son las funciones de los distintas partes implicadas en una vista oral y después se pasó al turno de preguntas. Los chicos se mostraron muy interesados y aprovecharon la oportunidad de tener ante ellos un profesional de la justicia, quien les respondió todas las cuestiones que se plantearon. Las dudas de los chicos estaban relacionadas con el trabajo de la jueza. Una de las cuestiones más interesantes fue la que le hizo un chico sobre la si ella estaba favor o no de la cadena perpetua. La magistrada contestó que no, pero que como jueza, si en España hubiera una ley que la contemplara ella tendría que cumplirla.

Tras el turno de preguntas se pasó a la parte más divertida en la que los chicos escenificaron un juicio del mismo modo que los reales. Mª Àngeles Pardo explicó cómo era el procedimiento y los alumnos, con un pequeño guión, siguieron los pasos necesarios. El caso estaba relacionado con una pelea de dos menores en el patio del colegio. Una vez escuchadas las partes implicadas y las preguntas del fiscal y del abogado defensor la jueza dictó sentencia, pero antes le pidió al acusado si tenía algo que añadir. «Siento mucho haber pegado a mi compañero y haré todo lo que usted me diga», afirmó el acusado. «Después de oír esto, le declaro culpable pero le rebajo la pena por haberse arrepentido», afirmó la jueza. Así concluyó el juicio en el que por un día todos estuvieron más cerca del mundo judicial.

Natalia Salazar

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