La asociación de vecinos de Sant Rafel denunció ayer que existen tres antenas de telefonía móvil «ilegales» en el pueblo, una de ellas situada a tan sólo treinta metros del colegio de Sant Rafel. Por eso han solicitado al Ayuntamiento de Sant Antoni que las desmantele «inmediatamente» y que cumpla lo recomendado por el Congreso de Salzburgo, que sugiere situar este tipo de instalaciones a dos kilómetros de hogares y centros educativos o, por lo menos a 600 metros.

«En Sant Rafel hemos detectado por lo menos tres antenas aunque puede haber más, porque ahora parece que las compañías las intentan esconder haciéndolas más decorativas o situándolas entre árboles», explicó la secretaria de la asociación, Paquita Planells, que remarcó que han cursado numerosas denuncias ante el Consistorio. «Primero queríamos saber si son legales y resulta que no lo son, porque así nos lo han dicho desde el Ayuntamiento», explicó esta portavoz vecinal, que destacó que a raíz de estas quejas, desde el Consistorio se han dado cuenta de que no tienen ordenanza de instalaciónes de telecomunicaciones, algo que están elaborando actualmente.

«Solicitamos un borrador de esta ordenanza y queremos que se respeten las medidas preventivas que recomendaron todos los científicos expertos en campos electromagnéticos en el Congreso de Salzburgo de 2000», indicó Planells, que pide también que el Consistorio disponga de un equipo de trabajo que vigile las emisiones de las antenas. También les gustaría que se hiciese un inventario de las antenas para saber cuáles son legales y cuáles no y desmantelar las ilegales.

«Actualmente no hay un listado de antenas y nadie sabe que existen, es como si no constasen», añadió esta vecina, que indicó que están «preocupados» porque pasan los meses y el Ayuntamiento no retira estas instalaciones.

En el pueblo hay tres antenas, una cerca del colegio, otra detrás del restaurante Can Pilot y una tercera antes de llegar al campo de fútbol. «También queremos que los niveles de emisión se adapten a las propuestas de todos los científicos reunidos en el Congreso de Salzburdo del año 2000; por ejemplo, el índice de frecuencia en España es de 450 microvatios/cm2, mientras que en muchísimas localidades de Europa es de 0,1 microvatios/cm2», expresan los vecinos, que también quieren que se obligue a recubrir las antenas y los móviles con envoltorios especiales para que sean menos perjudiciales para la salud humana.