Las colas de los pasajeros llegaban hasta el exterior del aeropuerto. Foto: MARCO TORRES

La historia se volvía a repetir una vez más: una retroexcavadora que trabaja en las obras de la carretera del aeropuerto dañaba un cable eléctrico y se cortaba el suministro. En esta ocasión, la avería localizada en la rotonda de La Ponderosa afectaba al aeródromo de es Codolar desde las 13'15 hora y provocaba retrasos en media docena de vuelos que trasladaban a cientos de pasajeros, informaron desde Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) en Palma y confirmó el director de la instalación ibicenca, José Antonio Àlvarez. La Conselleria d'Obres Públiques del Govern, de la que dependen los trabajos en la carretera, retrasaba unos minutos el incidente y aseguró que sólo duró unos 20 minutos.

La fatalidad quería que a las 14'33 horas otro incidente, en otro punto completamente diferente (una urbanización de Sant Jordi), cortara la segunda línea que da servicio al aeropuerto, señaló Àlvarez, si bien desde GESA se apuntó que esta segunda avería no afectó a es Codolar sino que dejó sin servicio a una zona residencial con 1.100 abonados afectados. Únicamente, admitieron, se podría haber producido alguna bajada de tensión ocasional por «simpatía» de la red que da servicio al aeropuerto con la cortada por la excavadora.

Facturación a mano

El director del aeropuerto y fuentes de AENA señalaron que el fluido eléctrico se había recuperado en poco tiempo pero que los problemas habían afectado fundamentalmente al sistema de facturación, motivo por el que los sistemas informáticos de todos los mostradores habían quedado anulados y las tarjetas de embarque tenían que realizarse a mano, lo que había provocó colas en los mostradores.

«La electricidad falló durante unos minutos pero el problema se alargó porque los servidores tardaron en reiniciarse y ponerse en funcionamiento correctamente», apunto Àlvarez, que explicó que todos los fallos se habían podido solventar a las 17 horas.

Fuentes aeroportuarias, en cambio, aseguraron que el apagón también había afectado a las puertas de embarque de la instalación, lo cual había motivado que ningún pasajero pudiera salir a la pista para tomar su avión, por lo que durante un tiempo no se había podido dar salida a ninguna aeronave.

«Las puertas funcionaron bien, aunque quizás en el primer momento hubiera cierta confusión que aumentó por el fallo de los altavoces, si bien rápidamente se pasó a la megafonía manual y no hubo mayores problemas», aseguró el director del aeropuerto.

Los problemas en es Codolar también afectaron al arranque de los generadores de emergencia, un punto en el que el responsable de la pista dijo que fueron derivados también de la falta de suministro y se produjeron por unos pocos minutos. «De hecho, hasta pasadas las 18 horas, estuvimos funcionando con nuestros generadores por seguridad», concluyó.

Aunque desde AENA se informó en un primer momento que no se habían producido retrasos, el director de la pista reconoció que algunos vuelos salieron alrededor de una hora después de lo previsto. «En algún caso hubo más tardanza porque las compañías tardaron más en embarcar a sus pasajeros porque esperaban que el sistema informático se recuperara y empezaron más tarde a hacer las tarjetas manualmente», aseguró Àlvarez. En la página web de AENA se recogían retrasos en siete conexiones. Los problemas más graves se dieron en los vuelos de Air Berlín de las 14'15 y 14'35 (con destino a la capital alemana y a Düsseldorf) que acabaron despegando a las 16'43 y 16'58 horas, respectivamente.

La falta de electricidad motivó que saltara una alarma general en el aeropuerto, informaron fuentes de la instalación, que aseguraron que el aviso produjo cierto «caos organizativo» entre los servicios de emergencia de la pista. La situación se resolvió en un breve espacio de tiempo al descubrirse que se trataba de una alerta falsa. Desde AENA se remarcó que en ningún momento el corte eléctrico supuso un problema de navegación y que en todo momento estuvieron operativos los sistemas de radar y seguimiento de las aeronaves que atravesaban el espacio aéreo de la isla.