Miguel Torres (sentado en el centro junto a dos de ssu directivos). Tras ellos, varios miembros de la nueva junta gestora.

La Peña Deportiva de Santa Eulària inicia una nueva etapa después de seis años bajo la presidencia de Miguel Torres. La falta de apoyos económicos y la envergadura que supone afrontar la Segunda división B han terminado por superar al máximo mandatario de la entidad deportivista y a su junta directiva, que ayer anunció su dimisión en las oficinas del polideportivo de Santa Eulària.

A la convocatoria acudieron 25 personas entre directivos y socios, y fue el propio Miguel Torres quien tomó la palabra en primer lugar. «Este es un día histórico», comenzó el ex presidente, que procedió a argumentar los motivos de la dimisión de su junta -el principal la falta de apoyos económicos- y anunciar la formación de una junta gestora a cuya disposición estarán los anteriores directivos, incluidos el propio Miguel Torres y su hermano Toni, ex secretario técnico del club.

Tras los múltiples agradecimientos a directivos, socios, jugadores y entrenadores, trabajadores del club, esponsors, Ayuntamiento, Federación balear y medios de comunicación, Miguel Torres dio la palabra a Javier Sisamón, directivo de la empresa EBE Promociones y portavoz de la nueva junta gestora.

«Esta es una nueva etapa y la afrontamos con mucha ilusión. Somos un grupo de amigos que nos conocemos desde hace 25 años, hemos jugado en la Peña y queremos lo mejor para el club», afirmó Sisamón en su primera intervención. La nueva gestora estará formada, en un primer momento, por 22 miembros y un portavoz, que, en principio, será el propio directivo de EBE. Pese a ello, Sisamón reconoció que no habrá un presidente y que se trata de una junta de «consenso», en la que «diez o doce personas tendremos capacidad de decidir pero siempre por consenso».

La nueva junta ya ha ofrecido a varios de los anteriores directivos algún puesto en el nuevo proyecto y, en particular, Javier Sisamón espera contar con Toni Torres en el área deportiva y con Miguel como representante del club de cara a las instituciones.

La intención de los gestores entrantes es profesionalizar el club y dividir su estructura en el área administrativa, el área social, deportiva, económica y de fútbol base.

Sisamón reconoció los problemas económicos que azotan al club, aunque afirmó que se trata de un problema «que afecta a todos los equipos. La crisis de las empresas constructoras hace que no podamos contar tanto con ellas». El nuevo proyecto ha arrancado y el trabajo se acumula. La búsqueda de patrocinadores y la confección de la plantilla y del cuerpo técnico serán las primeras labores de la junta gestora que encabeza Javier Sisamón.