Antich, ya en manga corta, saluda a los delegados tras ser designado de nuevo secretario general. Foto: PERE BOTA

«Os necesitamos a todos». Ése fue el mensaje que Francesc Antich, reelegido ayer secretario general del partido con casi el 97 por ciento de los votos (concretamente el 96'99 por ciento), hizo a la entregada militancia socialista reunida en la primera jornada del XI congreso del PSIB.

Desde el primer momento todo fue como una seda en el cónclave del partido y nada hacía prever anoche sorpresa alguna de cara a la sesión de clausura, este mediodía, y a la que asistirá Leyre Pajín, la secretaria de Organización del PSOE.

Leyre Pajín también tendrá ahora una mujer como interlocutora a la hora de coordinarse con el socialismo de las Islas: Rosa María Alberdi (Barcelona, 1951) será secretaria de Organización del PSIB. Sustituirá a Miquel Mestre, que ocupaba el cargo desde hace cuatro años y que ayer se despidió de la militancia entre agradecimientos por su colaboración.

El congreso fue muy ágil y los dos debates principales, el de la ponencia marco y el de los nuevos estatutos, se cerraron sin enfrentamientos. Con los nuevos estatutos en la mano, el PSIB endurece sus incompatibilidades, crea una comisión de ética, un gerente que complementará la labor de la Secretaría de Organización y, además, abre el paso, adaptándose a los estatutos del congreso federal, a crear una nueva estructura para Palma, que dirigirá previsiblemente Aina Calvo, la alcaldesa de la capital balear, que también continuará en la nueva dirección que se presentará formalmente hoy.

En su discurso hizo referencia al momento económico (el también president del Govern admitió no tener «recetas mágicas para hacerle frente», pero recordó los pasos que había tomado su Ejecutivo) e incluyó una alusión a la necesidad de hacer «autocrítica». Antich dijo que había que profundizar en el debate y en la democratización interna. «El PSIB propone una democratización de la democracia», llegó a decir en su intervención ante el plenario. El resto fue una reiteración de las propuestas contenidas en los documentos políticos que serán la 'hoja de ruta' del partido para los próximos cuatro años.

Rosa María Alberdi (que quiere que la llamen Rosamaría y ella escribe así su nombre tras haber recurrido a los tribunales, aunque aún no le han dado la razón) es la primera mujer que asume la Secretaría de Organización del partido. Es diputada autonómica y ha ejercido, de hecho, como portavoz adjunta en los últimos meses. Hace un año se llegó a barajar su nombre como posible consellera e incluso como concejala no electa de Cort.

Los socialistas celebran este congreso en una situación que nada tiene que ver a la de hace cuatro años. Entonces estaban en la oposición y hoy lideran las principales instituciones de las Islas. El porcentaje 'a la búlgara' con el que Antich fue reelegido contrasta con el exiguo 62 por ciento de hace cuatro años.

Sin oponentes

También en la actitud de los delegados y delegadas se notó el cambio: ayer no hubo corrillos ni reuniones conspirativas; nadie presionaba por conocer la Ejecutiva ni hubo enfrentamientos por los puestos. Desde el primer momento lo dejaron todo en manos de Antich que, en un momento de su intervención, llegó a dar las gracias a la militancia por «aguantar a alguien como yo como secretario general». También recordó que en el pasado congreso «hubo mucha división interna».

El resultado de la votación final se conoció pasadas las nueve de la noche. Habían votado 266 personas y 258 le votaron a él, único que optaba al puesto. No hubo votos en contra, no se podía, y 9 votaron en blanco.

El de ayer fue un congreso de puertas afuera (el PSIB se marca como meta ser el partido más votado en las Islas), pero también de puertas adentro: se propone duplicar su militancia y dar más cancha al contacto directo con la ciudadanía.

Francesc Antich lo dejó claro a lo largo de su informe de gestión, que se pospuso a la tarde ya que la llegada del Rey a Mallorca trastocó parcialmente los horarios del congreso. Aprobado con un apoyo del 97'3 por ciento y con cinco votos en contra (cuatro de una agrupación de Eivissa, la de Santa Eulàlia, y uno de la agrupación de Lloseta) y 284 a favor, fue básicamente una radiografía del momento actual del partido. El porcentaje de votos favorables a la gestión de Antich anticipaba claramente lo que iba a ser horas después el de Antich como secretario general.

El presidente del PSOE, Manuel Chaves, reconoció ayer durante su intervención en el XI congreso de los socialistas baleares que Balears está mal financiada. El también presidente andaluz aseguró que «el sistema vigente y su evolución han sido injustos con Balears» porque «no se han financiado suficientemente los servicios públicos de las Islas». «Hay que corregir esa situación de injusticia», dijo Chaves. Y lo dijo como presidente «de una comunidad menos desarrollada», como demostraron las balanzas públicas presentadas por el Ministerio de Economía el pasado martes. Ahora, «hay que ponerse de acuerdo para llegar a un acuerdo que satisfaga a todos, sean comunidades desarrolladas o no», recalcó, incidiendo en que los socialistas tienen «la obligación» de lograr el consenso. Después, llegará la otra «asignatura pendiente»: «Afrontar la financiación local de las corporaciones».