U

n viaje con los amigos o una tarde de trabajo detrás de un mostrador. Son dos opciones posible para pasar el verano, aunque posiblemente todos decidiríamos la primera.

María, Marta y Clara escogieron esta opción y el pasado viernes llegaron a Eivissa para pasar tres días de playa y fiesta. Dicen que Valencia, de donde vienen, es mucho más estresante y agobiante que la isla: «Necesitábamos unos días de vacaciones, pero sobre todo queríamos hacer un viaje de amigas».

También han estado en Formentera, y se quedan con Illetes y la fiesta Flower Power del sábado en Sant Francesc.

Dicen que recomendarían Eivissa a la gente que necesita quitarse el estrés de encima y aseguran que volverán.

El único aspecto negativo que han encontrado ha sido el servicio de la compañía naval. Consideran que les han tomado el pelo: «Nos dijeron que salíamos a una hora y luego llegamos a Formentera con cuatro horas de retraso».

A pesar de eso, consideran que estas mini vacaciones les han servido para apartarse de la ajetreada vida de Valencia.

Pero en Eivissa no es todo playa, sombrilla y tranquilidad. Neus, dependienta de una tienda, dice que su trabajo no es estresante, a pesar de llevar ya diez años trabajando en ella: «Me gusta lo que hago. No me parece agobiante como se puede pensar de una tienda como ésta».

Su compañera de la tienda de al lado se ríe: «¿Que no es estresante? ¡Yo he perdido diez kilos en un mes!».

Neus dice que lo mejor de su trabajo es conocer gente, mientras que lo peor, el calor insoportable de estar debajo del toldo.

El momento más agobiante dice que es al mediodía, cuando no hay nadie en la tienda: «Es aburrido y muy caluroso. Prefiero que haya turistas y que el día pase más rápido».

A pesar de gustarle su trabajo, dice que no le vendrían mal unos días de vacaciones.M.B