La pista deportiva se convirtió en una piscina gigante llena de jabón. Fotos: AINA DE GISPERT

ntes de que los 25 litros de jabón empezaran a caer en forma de chorro, un centenar de niños del barrio de Platja d'en Bossa se agolpaban en las pistas deportivas. Una de las niñas que asistió ayer a la fiesta infantil le explicaba a un amigo, «se junta el agua y el jabón y se mezcla para hacer la espuma», el niño asentía pero parecía no entenderlo muy bien.

Cuando por fin comenzó a caer la espuma del cañón colocado sobre un andamio todos los niños corrían para quedar cubiertos por completo. Los bañadores, sandalias de piscina y gafas de buceo fueron el vestuario apropiado para tal cita festiva. Unos niños corrían de un lado a otro perseguiendo a algunos niños que aún no se habían atrevido a meterse en la ya montaña de espuma. Mientras, muchos padres aguardaban alrededor del peligro jabonoso con toallas, algunos atrevidos se adentraron en el mundo infantil para disfrutar junto a sus hijos en un baño un tanto atípico. Risas, carreras y mucho jabón en la última tarde de fiestas en este barrio de Eivissa. Al final para limpiar los cuerpos de los pequeños un chorro de agua les bañaba. A muchos niños no les parecía suficiente con ese chorro de agua y decidieron darse un chapuzón en la fuente de la plaza. Una fiesta de espuma y de mucha diversión.